“Ámame solo a mi”

“Ámame solo a mi”

Autora: Amy Nakajima

Pareja: Yamajima

Género: Yaoi, Lemon

Extensión: Oneshot

Capitulo Único: ¿Me amarías solo a mí?

Me encontraba en mi salón soportando esa clase de física que me aburría de sobremanera, realmente me provocaba dolor de cabeza, no terminaba de entender nada cuando avanzaba a otra sección, pero yo solo soportaba esto por alguien. Esa razón, era él…

Sí, un chico aunque sonara raro para muchos, a mí me gustaba alguien de mí mismo sexo. Él y sólo él ha logrado seducirme con cada movimiento que hacía, con cada provocación suya yo caía. Al principio no le prestaba atención, pues pensé que solo quería jugar conmigo, un simple estudiante becado.

¿Cuándo fue que él, comenzó a gustarme? creo que fue con sus movimientos sensuales y sus miradas demasiado… provocativas que me lanzaba. Lo hacía a propósito, lo sabía. Solo sabía que cada que lo veía deseaba con todo mi ser tocarlo, poseerlo y saber cómo se siente acariciar su piel blanca, besar sus labios suaves… quería tomarlo, que fuera mío solo mío. Sentí una ligera punzada en mi entrepierna. Cerré los ojos y maldije por lo bajo, era increíble que me provocara una erección con tan solo pensar en él.

-Debo calmarme-Susurre en un murmullo o alguien podría darse cuenta, suspire tratando de que “eso” se tranquilizara. Tenía que concentrarme en lo último que decía el profesor, ya que la clase estaba por terminar. La campana sonó, suspire aliviado, ahora lo que faltaba era terminar con ese pequeño problemilla que tenía entre las piernas.

-Maldición esto está peor...-Maldije entre mis adentros, tratando de cubrir esa erección con mis manos, esperando a que todos salieran.

-¿No vienes Yama-chan?-Me preguntó Chinen mi compañero de clases, mientras juntaba sus cosas. 

Me sorprendió un poco, pero negué con la cabeza.

-No, tengo que ir a la biblioteca a entregar unos libros-Trate de responder de lo más normal, Chinen 

solo sonrió desanimado y si decir más se despidió y salió del salón. Suspiro aliviado, sabía que ya casi no pasaba tiempo con el menor, pero ahora más que otros días, no podía estar con él.

El salón ya estaba casi vacío y aún no podía bajar mi “pequeño problema” igual tenía que irme, así que empecé a guardar mis cosas. Me puse de pie sintiendo un pequeño dolor allí, haciendo temblar mis piernas, por impulso de no caerme logre sostenerme de mi butaca.

-¿Estás bien?-esa voz, aquella inconfundible voz...  Era él, Yuto ¿acaso aún no se había ido?

-Sí, estoy bien- Respondí sin mirarle, trate de volver a ponerme de pie pero nuevamente ese malestar, sintiendo nuevamente ese desvanecimiento, pero ahora sentí como unos brazos rodearon mi cuerpo.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al sentir que me abrazaba, sin duda era él,  su aroma invadió el aire a mí alrededor. Era esa fragancia que me hacía perder todos mis sentidos. Sentí sus brazos rodear mi cintura sintiendo esa respiración cerca de mi oído, erizándome la piel.

-Y muy bien- Comentó Yuto, acercando su nariz a mi cuello, al momento que la rozaba.

-Na… Nakajima…-Tartamudeé al sentir ese tacto en mi piel, tan solo con tenerlo cerca sentía arder mi piel.

Me miró fijamente, esa mirada la conocía bien, era de esas que luego me lanzaba cuando estaba de espaldas, o eso yo sentía ¿Acaso pensaba violarme allí mismo?, Me negué mentalmente, pero que cosas pensaba.

-Eres hermoso… -Susurro, acariciando mi mejillas, con aquella penétrate mirada, que estaba fija en mis ojos. No sabía que responder, mejor dicho ni si quiera entendí bien lo que dijo, o quizá solo no me quería hacer ideas absurdas, porque el gran príncipe Nakajima me diría algo así a un pobre 

estudiante becado.

-Me tengo que ir…- Dije separándome de él. Tomé mis cosas y empecé a caminar directo a la puerta de pronto sentí que me sujetaba del brazo y me detenía.

“No de nuevo…”

Pensé rogando para que me soltara, o definitivamente esta vez sí caería.

-No te vayas- Susurró, muy cerca de mí. ¿Cómo es que podía hacer esto conmigo?

¿Por qué me detenía? Realmente no lo entendía, ni quería entenderlo solo quería huir o esto se me iba a salir de las manos, y para pero ese  “problema” aumentaba cada vez más. Esto no estaba bien, no era ni el momento ni el lugar.  Una parte de mí quería tomarlo ahí mismo, seguir con sus incitaciones, dejarme llevar por su dulce seducción, pero otra parte de mí me decía que no, que no debía ceder a la tentación.

-Tengo que irme- Dije para después girarme a verlo, tratando de zafarme de su agarre.

-Ryosuke… te deseo- Sus palabras fueron tan claras, que casi de ahogo con mi propia saliva.

-¿Qué.., Que?-Respondí tratando de ocultar mi asombro, pero era inútil.

 Allí mismo quería tirarme encima de él, besarlo y decirle que lo amaba…que lo deseaba tanto o más que él, pero me aguante…

“contrólate Ryosuke…. CONTROLATE”

Me auto controle, tratando de calmarme. Trate nuevamente a zafarme de sus manos, pero nuevamente me tomo de las manos y me miro con esa mirada llena de súplica, una que jamás había visto.

-Ryosuke me gustas…- Nuevamente sentí como salía de mi un sinfín de emociones, ¿ACASO 

HABIA ESCUCHADO BIEN, YUTO ME DECIA QUE ME AMABA A MI?- Abrí los ojos de par en par mirando a todas direcciones para confirmar que era a mí a quien me decía, y efectivamente solo estábamos él y yo.

Esto tenía que ser un sueño, no podía dar crédito a lo que estaba oyendo, a sus palabras, dichas por esos suaves labios que tanto había anhelado besar.

-No sabes lo que dices-Mi voz apenas audible se escuchó. 

-¿Porque no me crees?-

Esa pregunta no tenía sentido, era más que obvio que no le creyera, pues era demasiado imposible que un chico popular y rico se fijara en un nerd pobretón.

-¿Por qué te enamorarías de alguien como yo?-Respondió con otra pregunta, al momento que bajaba la mirada.

-Eso… mmm siempre me hecho esa pregunta, y llegue a la conclusión de que quizá porque yo tengo todo, soy alto, delgado, tengo dinero, soy popular pero más que nada soy atractivo, sexy… y bueno tu careces de eso, eres bajito, gordo, no tienes dinero, eres un nerd, y no eres nada guapo, quizá por eso me atraes… porque como yo tengo todo, nadie se atreverá a mirarte a ti. –

-¿ah?-Que había sido todo eso, por un momento mis ganas de besarlo se esfumaron y ahora solo quería golpearlo, ¿entonces todo era solo mentira?

-no te vayas hacer malas ideas, tonto-Le golpeo levemente la cabeza.-Lo que quiero decir es que solo quiero que seas mío, por eso me alegro de ser más llamativo que tú.

Y nuevamente estaba cayendo en sus encantos, más idiota no podía ser. Sintió con ese color carmesí adorno sus mejillas.

-Baka… -Susurre en un murmullo.

Me jalo y acerco mi cuerpo al suyo agarrándome el trasero con ambas manos -cuando digo que tengo celos de que te vean a ti… es enserio,  porque sé que si te arreglaras como yo, llamarías más la atención que yo, pero quiero dejar bien en claro tanto a ti como a todos que esto y todo tú me pertenecen.- dijo mientras yo sentía que la cara me ardía, seguramente estaba más roja que un jitomate.

Realmente quería tocarlo y que me tocara, si seguía así, seria yo el violador.

-Ryosuke… quiero hacerte mío ahora.- Había escuchado bien, estaba loco, está bien que yo me había editado con tan solo verlo, pero no lo haría en un lugar público.

-Ni lo pienses.- Negué rápidamente, sintiendo esa mirada que para nada era inocente, retrocedí uno pasos, me gire y logre llegar hasta la puerta sintiendo nuevamente esos bazos atraparme contra su cuerpo, de un momento a otro ya está preso nuevamente, escuche como ponía el seguro.

“Ahora si estaba en problemas, ya no podía hacer nada esta misma tarde seré violado”

Pensó tragando saliva, al encontrase con los ojos del pelinegro y esa lasciva sonrisa.

-Ni creas que dejare que me toques.-Dijo Yamada con firmeza. ¿A quién quería engañar?, si era lo que más deseaba.

-¿Eso crees?-Me retó, su mirada tan traviesa me incitaba, me provocaba… me atrapaba.

Lentamente se acercó a mí tomándome de ambas manos me comenzó a llevar, y yo, como un perro 

obediente solo me deje llevar, dejando que me guiara hasta el escritorio del profesor. Allí mismo es donde fantaseaba muchas veces que lo hacía con Yuto y ahora estaba por cumplir mi más grande fantasía.

Me empujó, tuve que recargar mis manos en el escritorio. Su mirada me cautivó en ése momento, tan hermosa, y sensual… ese aroma me volvió atraparme, era tan dulce pero a la vez tan excitante

Comenzó a besarme el cuello… sintiendo arder mi cuerpo al solo tacto de sus labios, succionando parte que por seguro dejarían marca, pero que importaba, si eran de Yuto… mi Yuto.

Se acercó más a mí, sus manos empezaron a recorrer lentamente mi pecho, acariciando suavemente, empezando a introducir sus manos bajo mi camisa, sintiendo pequeñas descargas eléctricas recorrer mi cuerpo, sentí como desabotono cada botón  hasta quitármela.  No podía soportar más, tenía que saber cómo se sentía el besarlo.

Acaricié su mejilla y luego lo acerqué a mí, sus labios eran suaves… dulces. Eran tan perfectos, tan deliciosos. Cada vez más el beso se profundizaba, ese cálido respirar chocar contra mi rostro, cuanto había anhelado besarlo, realmente pensaba que era un sueño, el sueño más perfecto, 3 minutos… media hora… Ni siquiera sabía cuánto tiempo llevábamos besándonos, pero no importaba, pero todo 

termina y el beso se terminó pero no acabo allí.

-Eres… perfecto-Dijo mientras acariciaba mi pecho. Entonces volví a sentir una punzada en mi entre pierna, probablemente me hubiera dejado caer, pero estaba entre el escritorio y Yuto-.

-¿Te duele?-Preguntó mientras tocaba por encima de mi pantalón.

No pude evitar soltar un fuerte gemido, de ¿dolor? ¿Placer? Sí, infinito placer que me provocó ese roce. Hice mi cabeza hacía atrás, dejando que él siguiera tocando a su antojo, sentí sus perfectos labios en mi cuello. Me ericé cuando sentí su mano deslizarse dentro de  mi pantalón, bajando lentamente el bóxer.

-Ryo… te gusta- Susurró mientras tomaba fuertemente mi miembro y empezaba a mover su mano de forma continua, no podía seguir reprimiéndome, así que sin aguantar más comencé a gemir… esto solo hizo que Yuto se pusiera más feliz. Sus manos pasaban por todo mi cuerpo y me hacían estremecer… cuando me di cuenta ya estaba en bóxer, el también encima de mí y haciendo fricción entre ambos… era tan delicioso… tan único y placentero

-Hmmm Yuto…-Dije mientras acariciaba su espalda y, yo también quería tocarlo. Pero él no me dejo, sentí como introdujo mi miembro en su boca, dejándome casi sin aliento al experimentar tal placer, eran exquisito tener esa experta boca en mi intimidad, que tanto lo había deseado, sentía como su lengua pasaba por toda mi extensión y mis gemidos con su nombre no se hicieron esperar-Ahhh Yuto.. Yuto… Hmmm. -Tome su cabeza y le exigí que aumentara la velocidad, acepto mis órdenes aumentando sus succiones hasta que termine por correrme en su boca, dejando toda mi esencia en él.

Sentí como me tomaba del mentón y me besaba de una manera desenfrenada, yo solo correspondí de la misma forma, ya no lo soportaba quería que me hiciera suyo de una buena vez.

-Yuto… mhhm… ya-Pidió Yamada al borde de la locura, quería sentir a Yuto dentro de él, o se volvería loco.

- Pero… te dolerá-Yuto dijo preocupado, Yamada le mostro una mirada llena de súplica.

Yuto no quería hacerle daño, así que introdujo un dedo en la entrada del menor escuchando un quejido por parte de Yamada, quien se retorció al sentir la intromisión del dedo del menor, comenzó a dilatar su entrada haciendo movimientos circulares, para que así Ryosuke se fuera acostumbrando, y un segundo dedo entro haciendo el mismo proceso, saliendo y entrado.

-Ryosuke… lo hare ahora.- Yamada lo miraba impaciente, se acercó y lentamente fue introduciéndose en el mayor, sintiendo lo estrecho que estaba, escuchando los quejidos y la mueca de dolor que tenía Ryosuke, no se detuvo hasta estar completamente dentro, se sentía tan exquisito que se moría por comenzar a moverse pero no quería lastimarlo.

- Aaahh Yuto... mue… vete..-Ryosuke había comenzado a moverse abrazándolo de las caderas con sus piernas-quiero sentirte… -Dijo con la voz entrecortada.

Yuto sonrió y comenzó a moverse lentamente para no hacerle daño pero poco ayudaban los gemidos de Ryosuke, haciendo cada vez las envestidas más profundas.

- Aaahhh...Yuto... Más... Más rápido- pedio Ryosuke casi a gritos, alguien los podía escuchar así que lo calló con besos y aumentó el ritmo de las embestidas haciéndolas más profundas. Gimiendo su nombre cada vez que tocaba ese punto, realmente esto era mucho más de lo que jamás había fantaseado. Estaba al borde de la locura, podía sentir como esas olas de placer los embriagaban poco a poco.

Yuto tomo el miembro de Yamada y empezó a masturbarlo-Yuto… Ahhh mhhhh- Gemía su nombre entre suspiros, su respiración se volvió irregular, sentía ese sudor pasar por su frente, sintiendo como aumentaba el ritmo de su mano, y las embestidas se volvías más rápidas y profundas-

-Yuto… me vengo.-Dijo Yamada en un gemido, echando su cabeza hacia atrás, corriéndose en la mano del menor.

Yuto comenzó a embestirle con más fuerza, sabía que pronto llegaría al más delicioso de los orgasmos, lo penetro con más fuerza tocando ese punto, una y otra vez estaba por venirse acelero sus embestidas hasta que se corrió en su interior, logrando llegar al clímax sintiéndolo recorrer por todo su cuerpo. Estaba completamente exhausto cayendo en el pecho del mayor, tratando de regular su respiración.

-Te amo-Dijo Yuto, saliéndose del mayor, al momento que lo besaba nuevamente pero con ternura. Yamada no sabía cómo reaccionar, solo atino a rodear su cuello sintiendo como comenzaban a bajar esas lagrimas pero eran de felicidad.

-Gracias.-Respondió Ryosuke entre sollozos, Yuto lo aparto un poco de su cuerpo-

-¿Estas bien? Porque lloras…-pregunto el menor preocupado.

-De felicidad, soy feliz de saber que soy correspondido… porque yo he estado enamorado de ti desde que te vi por primera vez… Te amo Yuto.-Finalizo Yamada atrapando al menor nuevamente en un dulce beso, Yuto sonrió entre sus labios.-

-Yo también me enamore de ti desde que te vi, mi pequeño cachetón.-             Rio Yuto jalando una de las mejillas de Yamada quien hizo un puchero.

-Bueno Ryo-chan creo que si sigues así, volveré hacerte mío.-Susurro en su oído, Yamada sintió un escalofrió al saber en dónde se encontraban, con todas sus fuerzas empujo a Yuto, este solo sonrió 

traviesamente mientras comenzaba a vestirse al igual que el menor.

-Sabes… Luces más hermoso sin ella puesta-Bromeo Yuto burlonamente, Yamada lo miro ruborizado-

-Baka.-Logro susurrar, terminado de vestirse. Definitivamente amaba al menor y lo seguiría amando siempre.

-¿Quieres seguir en las aburridas clases? O prefieres venir conmigo.- Le pregunto Yuto con una sonrisa pícara. Yamada odiaba la clase que seguía, así  que definitivamente no quería quedarse allí y perderse a ir al lado de su ahora novio, sonrió y tomo su mano.

-Vamos, creo que una falta no me hará nada-Yuto sonrió y así ambos salieron del salón de clase que fue único testigo de lo que acababa de ocurrir en aquel escritorio, ambos tomados de las manos, no estaba seguro de lo que le podía esperar de ahora en adelante, pero de algo estaba completamente seguro, aunque no tenía una clara explicación lo que acaba de suceder, más que se dejó guiar por esos bellos sentimientos. Tan solo con estar al lado de Yuto lo demás no importaba, no necesitaba nada más que a él. Solo lo amaría a él, y sabía que Yuto también solo lo amaría, porque ambos compartían un mismo sentimiento, ese que todos llamaban amor, que comenzó con un amor a primera vista, tan solo con observándose pero no había finalizado aun porque apenas iban a comenzar esa historia de ellos dos, donde se conformaba tan solo que Yuto lo amara solo a él.

Fin.

PD: Espero les  haya gustado, Acepo criticas ;nn;